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El vocablo Homeopatía se refiere comúnmente tanto al procedimiento terapéutico que usa medicamentos homeopáticos como, generalmente, a los propios medicamentos homeopáticos. Una aproximación simple a la Homeopatía es la definición que ofrece la Real Academia Española de la lengua y que la califica como un “sistema curativo que aplica a las patologías, en dosis mínimas, las mismas sustancias que, en superiores proporciones, producirían al hombre sano indicios iguales o parecidos a los que hablamos de combatir”. Otras definiciones comentan la Homeopatía como un “método terapéutico que aplica clínicamente el fenómeno de similitud y usa sustancias medicamentosas en dosis débiles o en grandes diluciones”
Una de las virtudes de los medicamentos homeopáticos es la poca o nulas contraindicaciones, entendida como la baja aparición de resultados consecutivos, reacciones adversas o interacciones con otros tipos de medicinas. Esta afirmación está avalada por diversos estudios de investigadores, como por el poco número de afirmaciones de Agencias del Medicamento de diferentes países. La conclusión es que los resultados consecutivos, las reacciones adversas o las interacciones de los medicamentos homeopáticos son raros, leves y transitorios. Ésta pertenece a las causas por las que los medicamentos homeopáticos se sugieren muchas veces para niños, mujeres embarazadas y ancianos o personas que están siguiendo numerosos tratamientos. Inclusive en la situación de pacientes que están en tratamientos muy agresivos.
La adopción de la infinitesimalidad fue un propósito que se fijó Hahnemann gracias a su preocupación por evadir casuales agravamientos del enfermo. Por otra sección, las altas diluciones desarrollan una acción selectiva sobre las afecciones sensoriales y funcionales. El procedimiento puesto próximo por Hahnemann para conseguir lo que él llamaba Atenuaciones se refería a las sustancias solubles (diluciones), como a las insolubles (trituraciones). Hahnemann, que además era químico, detalló con exactitud las operaciones consecutivas a llevar a cabo, exponiendo un elemento primordial que llamó Dinamización. Consiste en aplicar, tras cada operación de dilución, un número preciso de agitaciones (unas 100-150 agitaciones siempre verticalmente según la Farmacopea francesa; según la farmacopea Alemana bastan con 10 sacudidas a cada dinamización).
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