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Las monodosis son tubos más pequeños que los de gránulos. Estos tubos contienen el equivalente a una dosis por toma. Las monodosis contienen glóbulos (bolitas más pequeñas que los gránulos), siendo también su tubo más pequeño. Al tomar los glóbulos de las monodosis, estos se disuelven en la boca, no hace falta el uso de agua. No tiene ninguna dificultad la ingesta de cualquier producto homeopático, en caso de duda consulte siempre con el farmacéutico, el será el encargado de decirle la forma correcta de tomar cualquier producto homeopático.
Por causas de higiene, y como en la mayoría de los medicamentos, se debe evadir tocar los medicamentos homeopáticos con los dedos. El dosificador de gránulos, está pensado para hacer más simple la gestión del medicamento sin obligación de tocarlo con las manos. La virtud de los medicamentos homeopáticos es que, en inicio, cualquier persona puede tomarlos. Son muy usados en embarazadas, polimedicados y población pediátrica. Este grupo de pacientes son los que mayor cuidado deben tener al manipular con las manos este medicamento, ya que puede ingerir sin querer cualquier tipo de virus o de bacteria, algo que puede ser peligroso.
La homeopatía puede calmar de forma sencilla varios trastornos inferiores pero frecuentes: náuseas, fatiga, mal de piernas, hemorroides, estreñimiento… Estos males son inocuos, pero tienen la posibilidad de ser demasiado difíciles de aguantar, más que nada porque para las mujeres embarazadas comúnmente está contraindicado usar los medicamentos clásicos. Sólo el médico homeópata va a poder saber qué medicamento escoger y qué posología es la correcta. A la pregunta de si se puede tomar tratamientos homeopáticos durante el embarazo la respuesta es sí, no hay nada demostrado que este tipo de tratamientos con productos homeopáticos puedan ser dañinos tanto para el feto como para la mama.
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